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Estas substancias normalmente se aplican sobre un material de soporte como un substrato de cristal o una oblea de silicio durante la fase líquida. Al proceso de transformación de esta substancia líquida en una sólida se conoce como curado.
 

Si los materiales no son auto-curables (por ejemplo, adhesivos de dos componentes) existen dos técnicas establecidas en la industria: curado por UV por la polimerización de materiales y curado térmico para suspensiones basadas en disolventes.

Aunque totalmente diferentes en el principio físico en el que se basan, ambos métodos tienen que cumplir límites muy exigentes en cuanto a la uniformidad y condiciones de procesado estable para conseguir resultados de curado repetitivos y de alta calidad.
 
Los materiales que se curan típicamente mediante luz ultravioleta son recubrimientos funcionales basados en adhesivos, tintas resinas y monómeros. Para conseguir un curado óptimo es necesario conocer los datos de las propiedades del material, incluyendo espectro de absorción UV, intensidad requerida y tiempo de irradiación. Existen soluciones para curado de adhesivos tipo epoxy que se utilizan en el encapsulado de OLEDs.
 
Para curado térmico existe un rango de productos en función de los requerimientos del proceso: Hotplates, hornos de vacío, hornos de convección. Los hotplates se utilizan cuando se requiere una uniformidad en la temperatura en un gran área, los hornos de convección se utilizan cuando hay que realizar grandes series a temperatura ambiente y bajo condiciones de temperatura uniforme, y los hornos de vacío se utilizan cuando se requiere elevar la temperatura hasta 1500ºC para conseguir el curado de materiales de propiedades exigentes.